Ciertas corrientes pedagógicas han intentado tomar en cuenta la diversidad cultural. Encontramos como referente de dos posturas: a Kant y su texto Pedagogía y a Herder que desarrolla el tema en varias obras. Ambos autores exponen su pensamiento respecto a la educación en sentidos diferentes y no quedaron excentos de debates. Kant desde el cosmopolitismo y Herder desde un punto de vista más regional y esencialista. Estas dos vertientes nos ayudan a comprender los contrapuntos de modos distintos de ver el mundo que seguimos encontrando en el presente. Antiguos problemas nos presentan desafíos en la actualidad respecto a la diversidad o a la homogeneización cultural y nos ayudan a plantearnos preguntas para poder transitar por nuevos caminos que eviten la exclusión por el lugar de nacimiento, lengua, etnia o forma de pensar; sabemos que el reconocimiento de las diferencias parece no ser suficiente aunque sea fundamental. Somos sujetos que interpretamos continuamente las culturas heredadas y sin embargo podemos abrirnos al presente. La convivencia entre modos distintos de vivir en el mismo territorio genera conflictos y oportunidades para construir puentes apoyados en la cooperación y nuestro destino común.

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