Representaciones campesinas en la preservación de tierras ejidales
En este trabajo se presentan las representaciones de campesinos que habitan en dos paisajes distintos: uno rural, donde la vegetación es la que predomina y otro urbano donde las parcelas son pequeñas islas rodeadas por densos espacios ocupados por viviendas y fraccionamientos, algunos de lujo. El campesino, como agente poseedor de un sistema de conocimientos a través de aprendizajes transmitidos y adquiridos a través de generaciones, le permite a la vez ser portador de una identidad que se orienta a la búsqueda de una relación armónica con la naturaleza. A través de entrevistas, observación participante, revisión de documentos, aplicación de instrumentos y análisis, se obtienen datos que permiten identificar elementos como parte de su sistema de conocimientos y actitudes, que les conduce a prácticas de preservación de los recursos naturales, formas de organización comunitaria participativa, solidaridad y apropiación simbólico-cultural de la tierra ejidal. El ejido, constituido como una forma de tenencia de la tierra exclusiva de México, integra en su propia definición factores jurídicos, económicos, políticos e históricos. Por lo tanto, en el medio rural, el ser campesino: se orienta al cuidado del agua y a tratar de mantener la propiedad ejidal por ser un recurso básico para la subsistencia; en el caso urbano, se vincula con la preservación de fiestas religiosas en honor al santo de los campesinos y la continuidad de ciertos cultivos con la finalidad de hacer honor a las generaciones que dieron su vida por la recuperación de su tierra y territorio.
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