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Una revisión epistemológica y crítica al racismo estructural en el estado español

El 21 de marzo es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, declarado por la Asamblea General de la Naciones Unidas; se conmemora la masacre de 69 personas en 1960 que se manifestaban en Sharpeville, Sudáfrica, contra la ley de pases del Apartheid, un sistema racista colonial institucional que imponía restricciones a la vida a la población negra en ese país, como el derecho a la circulación. El apartheid se sostuvo legalmente en Sudáfrica y Namibia desde 1948 hasta 1992 configuró un modelo de racismo colonial institucional con el fin de garantizar la supremacía y privilegios de la población blanca y de sus aliados extranjeros en dichos países. De la mano con la extracción, despojo y exterminio de esos territorios y sus habitantes. El racismo, a pesar de la diversidad de conceptos existentes, muta con el tiempo y los contextos. Algunas ponen el foco en la diferenciación y jerarquización de la racialización, la cultura, la diferencia de clase o la historia colonial y la colonialidad vigente (Quijano, 2000). Esta comunicación se aborda desde una perspectiva feminista decolonial, antirracista y antropológica e indaga sobre los conceptos del racismo, analiza cómo opera, en qué dimensiones y ámbitos se manifiesta. Así como poner el foco en la afectación de las personas y comunidades migradas, racializadas, gitanas en el Estado español que, junto a la sociedad mayoritaria, son directa o indirectamente perjudicadas.

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