La región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México, tiene un fuerte arraigo a la cultura zapoteca, donde se enraízan elementos como la alimentación tradicional, las fiestas y la lengua diidxazá. Al mismo tiempo, ha sufrido cambios importantes en su territorio derivado de acciones desde el Estado y las mismas comunidades. A través de técnicas cualitativas como entrevistas a profundidad (20), observación participante y un taller participativo con ejidatarios; el objetivo de este trabajo es hacer una reconstrucción histórica y análisis de un conflicto intercomunitario por la disputa de un cuerpo de agua entre Comitancillo y Tlacotepec que llevó a una fractura sociometabólica e injusticia ambiental y de las consecuencias en Comitancillo que se evidenciaron junto con las transformaciones en el territorio. Se identifican transformaciones en las esferas cultural (alimentación, festividades religiosas) y social (migración, nuevas ruralidades), que están relacionadas con estrategias del sujeto comunitario para la continuidad de su vida material y simbólica, con sus horizontes de deseo (Gutiérrez-2009) y con las distintas formas de asimilar la modernidad, donde destaca el ethos barroco (Echeverría, 1998).