A diferencia de otras guerras de Conquista, las operaciones militares para la ocupación española de Tenerife no han sido registradas por un cronista oficial; por consiguiente, una reconstrucción histórica de la Conquista de Tenerife (1494-1496), llevada a cabo por el militar Alonso Fernández de Lugo, solo se pudo lograr a través de otras fuentes coloniales. Sin embargo, cien años después de la toma de la isla, salió a la luz Del Origen y Milagrosa de la Santa Imagen de Nuestra Señora de Candelaria que, lejos de centrarse solo en los milagros de la Virgen, como por lo contrario era en la primera intención de su autor, propone la primera crónica de la Conquista y una representación del mundo indígena a través de los testimonios orales de los primeros descendientes de los últimos guanches. Efectivamente, es gracias al trabajo etnográfico del dominico Alonso de Espinosa que tenemos la única narración local de la organización social y religiosa de la isla antes del contacto con el mundo occidental. Sin embrago, la relación entre la Virgen, la Conquista y los indígenas, queda central en la obra. Dado que el fraile escribió con la intención de crear legados, esta contribución quiere dar continuidad a su labor y generar un vínculo con la herencia de su Historia. Con esta premisa, la investigación explora el proyecto etnográfico de Espinosa, así como la interpretación de los guanches sobre su pasado y la conexión entre la aparición de la Virgen y la Conquista.