En las últimas dos décadas la migración en tránsito de personas provenientes de Centroamérica y el Caribe por el territorio mexicano se ha intensificado a consecuencia del contexto de inestabilidad social, política y económica imperante en la región; los Estados nacionales han tratado de detener o regular el flujo con políticas migratorias cada vez mas restrictivas, sin embargo, la comunidad migrante ha respondido diversificando sus rutas y recurriendo a la modalidad de caravanas para intentar llegar a Estados Unidos, a lo anterior debemos sumar la violencia estructural en México lo que se traduce en verdaderas condiciones de vulnerabilidad que mujeres y hombres deben sortear para acceder a una vida mejor.  En este escenario, las personas que transitan por Puebla, que es uno de los estados por donde pasa el tren conocido como “La Bestia”, buscan ayuda para satisfacer algunas de sus necesidades más básicas o para solicitar algunos servicios más especializados, por lo que la red de albergues parroquiales y algunas otras ONGs, organizaciones civiles y colectivos representan una valiosa red de apoyo para esta comunidad sujeta a múltiples formas de abusos y violación a sus derechos humanos a lo largo de su recorrido. En este sentido, la siguiente ponencia tiene por objetivo hacer un recuento de las diferentes organizaciones que trabajan para aliviar el sufrimiento de estas personas, especialmente de las organizaciones religiosas, y para ello es necesario identificarlas, contrastarlas y reconocer sus alcances pues esto nos permitirá comprender la situación que guarda la acción humanitaria en la entidad. 

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