A través de la experiencia de varios años, como docente en la licenciatura de Turismo, he podido comprobar en las/los estudiantes un cambio de actitud más humanista, tanto hacia las comunidades receptoras del turismo, como hacia los turistas visitantes. Esta profesión del “servicio”, requiere que las/los estudiantes adopten principios tales como el respeto hacia el “otro”, empatía, capacidad para el trabajo colaborativo, comunicación eficaz, sensibilidad social, solidaridad ética y tolerancia frente a la diversidad. Mediante la incursión directa en las comunidades receptoras de turismo, las/los estudiantes realizan trabajo etnográfico, entrevistas e historias de vida que permiten comprender mejor las condiciones e intereses de las personas residentes, para diseñar y establecer acciones turísticas más compatibles con esa realidad. En especial, la pandemia por Covid-19 ha afectado sustancialmente al turismo, debido a las restricciones sanitarias, tanto para viajar, como para hospedarse o consumir alimentos en establecimientos públicos. Esto hace que hoy, más que nunca, se revalore el turismo de proximidad hacia aquellas comunidades pequeñas que pueden tener menos riesgo para el contagio.