En abril de 2019 lanzamos un cuestionario digital usando la plataforma Facebook como soporte de un muestreo mediante bola de nieve, dirigido a un grupo cultural roma de carácter transnacional —resultado de continuos y pautados procesos migratorios— con una exitosa y extendida recepción de dispositivos y aplicaciones digitales, particularmente Facebook. Al margen de resultados numéricos, el proceso metodológico reveló cómo las estructuras sociales moldean lo digital y las expectativas hacia herramientas y aplicaciones creando una comprensión emic. Analizamos aquí el rol de la labor etnográfica para interpretar la actitud de una comunidad frente a una tecnología de recuento, en este caso la encuesta. Las actitudes y narrativas que se generaron durante la distribución del cuestionario resultaron ser espacios donde emergieron planos culturales centrales: a) rechazo a la encuesta, interpretada como una herramienta de control institucional que daba cuenta de una memoria colectiva de vigilancia e intentos de disciplinamiento institucionales; b) brecha de género, solo a partir de las jerarquías y desigualdades del sistema sexo-género del grupo pueden interpretarse los resultados, donde la dominancia masculina habla de unas restrictivas disposiciones morales hacia la mujer, incluso en su relación con lo digital y; c) creencias religiosas, expresadas en el rechazo a participar en una investigación que se leía como sinónimo de pecado desde las nuevas experiencias pentecostales del grupo. Con todo, subrayamos el valor del conocimiento etnográfico para dotar de sentido y humanizar técnicas «aparentemente neutras», generando al mismo tiempo nuevas relaciones y momentos de campo a propósito de estas herramientas.