En esta comunicación presento los resultados de una investigación sobre los proyectos familiares de búsqueda, exhumación y reinhumación de los restos de personas desaparecidas durante la represión franquista, entendiéndolos como una práctica ritual funeraria semejante a un “segundo enterramiento”. Un aspecto central es la situación de liminaridad en la que permanecen los desaparecidos y sus familiares, imposibilitando la clausura del duelo. Ello influye en las relaciones de filiación familiar con los antepasados desaparecidos violentamente, así como con los modos de reconocimiento e inclusión en calidad de víctimas en espacios de representación política más amplios. Dichas prácticas rituales las contemplo en el marco de un dispositivo institucionalizado de regulación de la vida/muerte del enemigo, lo que llamo dispositivo sacrificial, que conecta en un continuum de violencia el recuerdo traumático del pariente desaparecido con el estatuto de víctima del familiar en el contexto del proceso de democratización español y del paradigma de la justicia transicional y del derecho humanitario. Sostengo el argumento de que la categoría de “desaparecido” es un espacio de reconocimiento y de acción jurídica y política pero, a la vez, es también una forma de capturar las reivindicaciones de los familiares y de los colectivos memorialistas de modo que en el acto de reclamar sus derechos quedan neutralizados políticamente.