En el sector de la hostelería, el vínculo que se produce entre el personal y la clientela es un elemento fundamental en la producción de beneficio. En algunos casos, la definición de lo que es un ‘’buen servicio’’ requiere de la creación de una intimidad mediada por una relación de producción y consumo del servicio. A través de acciones como el flirteo, las conversaciones, los chistes, la complicidad, se van produciendo estos lazos que vinculan a la clientela no solo con el personal, sino también con el local. Este tipo de intimidad solo tiene sentido dentro de unos límites definidos por reglas informales que constriñen hasta dónde pueden llegar las acciones que tienen lugar entre el personal y la clientela. En esta ponencia, identifico y analizo los límites que dan forma a esta intimidad, centrándome en cómo se produce durante la interacción personal-clientela y en qué ocurre cuando se cruzan dichos límites. Para ello, he aplicado un enfoque etnográfico y, basándome en la realización de entrevistas en profundidad, he podido acceder a la interpretación que distintos camareros/as, empleados/as en diferentes tipos de establecimientos (bares, pubs, discotecas), hacen de sus interacciones con la clientela. Así, me he centrado en los relatos de tres situaciones donde se cruzan los límites, es decir, donde se infringen las reglas informales de interacción. Esto me ha permitido conocer cuáles son las reglas que se definen, quiénes se ven atravesados por ellas y cómo actúan cada uno de los actores ante dicha ruptura.