DE SILENCIOS, SOLEDADES Y OTRAS EMOCIONES EN EL TRABAJO DE CAMPO ETNOGRÁFICO. UN PROYECTO EXPERIMENTAL
La dimensión epistemológica, teórica y política de la subjetividad etnográfica, y en particular del papel de las emociones continúa siendo un tema marginal y silenciado en la producción de antropólogos y antropólogas del estado español. Y, ello, a pesar del impacto del posmodernismo, del llamado “giro emocional” y de varias décadas de contribuciones feministas que nos retan a reivindicar el valor político, teórico y epistemológico de las subjetividades y del cuerpo en antropología. Como nos han enseñado Michelle Rosaldo, Sarah Ahmed, Catherine Lutz y Veena Das, entre otras, el problema no reside en asociar las emociones, el miedo y su corporalización a las mujeres. El problema está en considerarlas irracionales o no científicas. En esta contribución proponemos reflexionar sobre las formas en las que los y las etnógrafas experimentamos la soledad y otras emociones que nos hacen vulnerables en el campo, cómo se encarnan a través del cuerpo, del discurso, y también de nuestros silencios. Preguntas atravesadas por la clase social, el género, el sexo y la edad. El ejemplo lo proporciona un proyecto en curso basado en entrevistas a 10 colegas del estado español con una larga experiencia etnográfica a las que invitamos a reflexionar sobre estos temas y su impacto metodológico y epistemológico a partir de su propia práctica etnográfica.