Entre los problemas que trata la antropología, destacan aquellos que tienen una repercusión directa en los planteamientos educativos. Tal y como es sabido, el centro educativo cumple con la función de reproducir, afirmar y confirmar los elementos culturales a través de su acción sobre los alumnos. Desde el presente trabajo se propone una reflexión antropológica acerca del fenómeno de la muerte y el duelo con relación al enfoque que se aporta en la actualidad desde el sistema educativo. El duelo es un proceso adaptativo, traumático pero natural. El doliente debe adaptarse a la nueva situación y se mueve, durante la construcción del duelo, dentro de un amplio arco de emociones y sentimientos, como la preocupación, la culpa, la ira o la agresividad. A pesar de la importancia que posee para el ser humano la correcta construcción del duelo tras la muerte de un ser querido, la legislación educativa española actual no hace ninguna referencia al tratamiento de la muerte y el duelo. Debido al hecho de que la mayoría de los miedos de los adolescentes están relacionados con el peligro y la muerte, consideramos que abordar este tema en los centros educativos es importante para que los jóvenes cuenten con estrategias personales que les permitan abordar y resolver un duelo de forma satisfactoria y lo menos dolorosa posible. La muerte implica una serie de conocimientos que deben ser correctamente enseñados en las aulas para evitar experiencias negativas que puedan lastrar su correcto abordaje y aceptación en la edad adulta.