La relación del Pueblo Gitano con la educación está cambiando. Este cambio se enmarca en un contexto social y económico cada vez más demandante de formación cualificada, pero también se vincula a la convicción de los propios gitanos y gitanas de que el progreso de su comunidad pasa por la educación. Considerada como un ascensor social, la educación podría contribuir a reducir los niveles de exclusión y marginación del Pueblo Gitano, además de otorgarles reconocimiento social, empoderamiento, visibilidad, y reducir el racismo antigitano. En este proceso de cambio las mujeres están teniendo un papel importante. Como principales responsables de la crianza y transmisión cultural a las nuevas generaciones, su educación es una herramienta para lograr cambios a mayor escala. Si hablamos de educación superior universitaria, esta formación además les capacita para el mundo laboral en ámbitos antes solo accesibles para la etnia mayoritaria, ayudando a romper estereotipos respecto a la mujer gitana como mujer trabajadora, tanto hacia fuera como dentro de la propia comunidad. Esta comunicación ahonda en la experiencia de cinco mujeres gitanas que cursan estudios en la Universidad de Alicante. A partir de una metodología cualitativa basada en observación participante y entrevistas semiestructuradas, se abordarán sus experiencias educativas previas, las negociaciones que han tenido que hacer, y las oportunidades que perciben en esta fase de su formación académica, así como el modo en que su formación las convierte en nuevos modelos de gitanidad, alejados de la mujer pasiva e inculta que pervive en los estereotipos dominantes.