En nuestro trabajo de campo sobre la minería artesanal en Madre de Dios, el dibujo y más concretamente el co-dibujo fue parte integrante del trabajo etnográfico, permitiendo un espacio de conocimiento común entre la comunidad y la investigadora. Esta manera de abordar temas difíciles de explicar con palabras, nos permitió entrar en contacto con lo que no está verbalizado del gesto, del conocimiento y de la técnica del trabajo minero.El dibujo nos permitió encontrar un espacio para abrir las "cajas negras" de los componentes de las prácticas artesanales, que tiene en cuenta el pensamiento, la concepción y la percepción sensibles de la técnica (Hutchins, 1995).A partir de una experiencia de campo sensible en la que los medios visuales son difíciles de utilizar por razones de seguridad, proponemos abordar el dibujo como una herramienta para la construcción de un conocimiento compartido, que permita un análisis colectivo de la técnica, tanto del gesto como del saber hacer local. Esta experiencia de campo otorga libertades metodológicas, cambia la rigidez de los roles entre los actores de la investigación e invita a establecer nuevas formas de representación que tengan en cuenta las subjetividades  durante el proceso etnográfico. Queremos así, contribuir al estudio de los oficios artesanales y al enfoque de lo visual en el campo etnográfico.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo