La implementación educativa de un programa de investigación en ciencias sociales de calidad con la finalidad de  desarrollar proyectos de memoria colectiva por parte del profesorado se basa principalmente en la ética, la política y la voluntad de las universidades para abogar por el cambio, lo que nos permite llegar a nuevos modos de acción. El contexto que habitamos engloba diferentes oportunidades de desarrollo social y local. Por lo tanto, capacitar a los docentes en la metodología de "Investigación Acción Participativa" (IAP) para restaurar la memoria colectiva es una de las claves para construir comunidades resilientes. Las comunidades que viven con el impacto de la violencia socioambiental pueden sufrir numerosas discriminaciones, que limitan su rango de opciones de vida y conlleva una disminución en la calidad de la misma.La integración de estas dos variables, el desarrollo comunitario sostenible y la educación amerita investigación y atención desde una dimensión político-afectiva debido a la falta de estudios que aborden las oportunidades educativas de las metodologías de investigación con la finalidad de desarrollar un nexo con los docentes y el desarrollo de proyectos de memoria colectiva.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo