(72 min). Debate: 15h55-16h20 (hora Lisboa). Los días 1 y 2 de noviembre, las Comunas de la Península de Santa Elena, Ecuador se preparan para recibir a todas las almas que retornan a comer los tradicionales dulces y los platos que más les gustaban en vida. Son días en los que se duerme poco, y el largo y laborioso proceso de la preparación de la Mesa de Difuntos congrega a toda la familia. Sin temor, terror o rechazo, sino con alegría, festividad y risas se desarrollan estos acontecimientos.Las mujeres son las principales protagonistas en el hogar y trabajan arduamente para arreglar una bonita mesa y llenarla de colores y sabores que tienen que ver con la memoria, la identidad y la etnicidad comunal. Compartir es el principal objetivo, con los que ya no están, con las personas cercanas, con cualquiera que pase y repita el tradicional cántico “ángeles somos del cielo venimos, pan pedimos”.Esta reunión atraviesa el tiempo y el espacio para reunir a los vivos y los muertos, los que se quedaron en el lugar y los que migraron y regresan. Un encuentro que activa la memoria de la relación que los une a todos, los antepasados y las nuevas generaciones que se encuentran y se reconocen. Un ritual politico de los valores, cosmovision y orden social de su cultura, en tanto poblacion que se reafirma, se cohesiona, se visibiliza frente al modelo hegemonico dominante blanco-mestizo. Son las raices precoloniales las que afloran y se niegan a desaparecer.

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