El principal reto de la empresa familiar es vertebrar dos instituciones dinámicas (familia y empresa) sometidas a continuas fuerzas centrífugas y centrípetas en su proceso de acoplamiento y adaptación al entorno. La incorporación de la institución familiar al modelo organizacional de la empresa genera un gran número de situaciones problemáticas, principalmente debido a que no existe una separación clara entre los asuntos de la empresa con los de la familia y viceversa. Ya que, la mutua invasión de intereses contrapuestos que se produce entre ambas instituciones se convierte en una fuente generadora de conflictos emocionales que, independientemente se manifiesten o no, siguen dañando a cada uno de los dos sistemas. Esta situación se agrava porque la mayoría de los responsables de las empresas familiares están poco preparados para la gestión de las tensiones emocionales, siendo estas precisamente las que generan los conflictos más graves, que después van a tener terribles consecuencias para la empresa y para la familia. El objetivo principal de nuestro estudio es conocer la influencia que tiene una adecuada gestión emocional de los conflictos en la empresa familiar con el fin de orientar a este tipo de empresas a reducir su alto porcentaje de desaparición. A lo largo de los años en este campo académico se ha prestado mucha atención a los procesos de gestión como sucesión generacional, realización del protocolo familiar o manejo económico de la empresa, pero sólo unas pocas investigaciones se han realizado en el ámbito de las relaciones interpersonales y las emociones.