La crisis provocada por el colapso Financiero de 2008 tuvo un impacto directo en la vida de muchos hogares y empujó a muchas familias a tener que poner en práctica, diferentes y, en ocasiones, renovadas estrategias de crianza a la hora de hacer frente a situaciones de dificultad. Muchas de estas familias, además, han visto magnificada su situación de precariedad tras el impacto provocado por la alerta sanitaria de la COVID-19. El objetivo de esta comunicación es mostrar, en el marco de una investigación etnográfica desarrollada entre los años 2017-2020 y en la que se utilizó el método biográfico como técnica cualitativa de investigación, algunos factores de protección en el afrontamiento a situaciones de desempleo y vulnerabilidad social en contextos de crisis económica, que tienen un impacto en la crianza y la educación de niños y niñas. En concreto, la comunicación que se presenta documenta el papel protector que han tenido los entramados institucionales (Escolares y Sociales) y familiares/comunitarios y muestra algunos de los modelos (educativos, sociales y familiares) que “cuidan” de las familias a nivel emocional y/o material/instrumental, posibilitando las tareas de cuidado y educación en contextos de precariedad.