El pasado 2020 se han presentado en importantes festivales internacionales de cine tres películas codirigidas por directoras. El denominador común es que todas son fruto de la correspondencia fílmica entre las cineastas. La película de mayor recorrido internacional, A media Voz (2019), es un relato construido por las cartas de dos directoras de cine cubanas en el exilio, Heidi Hassan y Patricia Pérez. Partiendo de este ejemplo nos preguntamos si este tipo de cine es susceptible para convertirse en una herramienta útil para la etnografía audiovisual y si lo es de qué manera.Para que ello fuera posible, este tipo de prácticas cinematográficas habría que situarlas dentro de una antropología del encuentro. Esta disciplina no etnografía una cultura desde una posición académica privilegiada, sino que el objeto de estudio es el entre producido en la comunicación fílmica. La base teórica se encuentra en la fenomenología, rama de la filosofía que, gracias a autores como E. Levinas o M. Buber, ha estudiado el diálogo. Y es precisamente el diálogo intercultural la base de una nueva antropología que ya no quiere conocer al otro sino dialogar con él en plano de igualdad.