Claves para la definición de un modelo de análisis socio-antropológico de la empresa a partir del estudio de iniciativas de Economía social y solidaria. La empresa como un «hecho social total»
Desde el ámbito de la Economía social y solidaria (ESS), se reivindica que «la empresa» no solo es una institución social que sirve a la organización de la producción, sino que también constituye un espacio que sirve para la reflexión sobre nuestras formas deorganización de la vida en común y de relacionarnos con la naturaleza (Sousa Santos y Rodriguez, 2011; Gibsom-Graham, 2011; Hillenkamp, 2012). Siguiendo esta idea, las empresas que se definen como “ESS”, están llamadas a ejercer un control y orientación consciente de sus múltiples dimensiones e implicaciones –sociales, políticas y medioambientales– para definir su actividad y operativa. Esta vocación reflexiva de estas iniciativas las lleva inevitablemente a enfrentarse en su cotidiano a dilemas que ponen de manifiesto el complejo juego de significaciones –morales o culturales– y de fuerzas –sociales e históricas– concretas que puede determinar el quehacer económico de una empresa. Por ello, se plantea también que estas iniciativas pueden ser un terreno muy rico para abrir el debate y desarrollar un análisis de carácter socio-antropológico sobre las formas posibles de entender y organizar nuestras relaciones económicas (Reygadas, 2014; Carrero y Sanz, 2019).Sin embargo, para llevar a cabo esta aproximación es necesario construir un marco de análisis que trascienda definiciones prescriptivas –de modelos prefijados–, que permita efectivamente evocar y comprender estas empresas como el campo social e histórico múltidimensional, diverso y conflictivo que constituyen (Alonso, 2009; Michaud, 2011). En este sentido, esta comunicación quiere plantear algunas posibles claves –teórico-epistemológicas y metodológicas– que podrían ser útiles a este fin.
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