En este texto pretendo indagar sobre el efecto que las políticas migratorias del estado-nación han ejercido y ejercen sobre las personas migrantes. Se trata también de reflexionar sobre las estrategias que las personas migrantes emplean para sortear estas restricciones, analizando algunos materiales etnográficos producidos en un trabajo de campo de tres meses realizado en Madrid.Analizaré como se han ido construyendo las variables dinámicas de la “ ilegalidad” migrante a través de algunos autores clásicos y contemporáneos, pero también sobre la labor de las estructuras de mediación entre las personas migrantes y las instituciones formales del estado-nación, promoviendo tanto una actitud reivindicativa, como educativa y asistencial, frente el racismo, la  exclusión social y la deportación. Se trata de intentar hacer inteligibles las situaciones en que la producción legal de la “ilegalidad” migrante se construye cotidianamente por los agentes sociales en arreglo a patrones legitimadores de homogeneización, basados en un empleo constante de tramas de sentido y categorizaciones isomórficas en torno al espacio, la 'identidad' y la cultura en la sociedad de acogida. Estos patrones y categorizaciones se materializan en torno a reglamentos, disposiciones legales y dispositivos de coerción proyectados por las instituciones del estado-nación moderno. Mientras tanto, las personas migrantes y las asociaciones que les sirven de apoyo, proporcionan algunas respuestas prácticas cotidianas y estrategias, muy útiles para evitar la incertidumbre, la “ilegalidad”, la violencia estructural y simbólica, la segregación, y la deportación. Esto facilita la socialización, la afectividad y la adaptabilidad de las personas migrantes al nuevo entorno.

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