La exposición hará un repaso de las relaciones sociales que se dan en los fraccionamientos cerrados de privilegio –cotos en Guadalajara- poniéndose ejemplos etnográficos de las mismas.Hacia el interior o intramuros se dan dos formas principales de relación social. Una con la Gente Como Uno o GCU, entendiendo que el vecindario se constituye como una comunidad entre iguales. La otra se produce con los trabajadores de servicios: domésticas, guardianes, jardineros, cocineras… en forma de servidumbre neoestamental; Maristella Svampa dice que en estos espacios se produce una “simplificación social” entre los que son servidos y los que sirven.Por otro lado, la relación de los residentes de fraccionamientos hacia los habitantes de la ciudad a extramuros de sus cotos es limitada al tratar de mantenerse entre lugares y gentes “previstos” dentro de un archipiélago de “islas de modernidad”: universidades privadas, gimnasios, centros comerciales, restaurantes y antros. Los “cotificados” reducen el radio de sus movimientos en la urbe identificando unas fronteras simbólicas. A los espacios de otros sectores sociales por donde tienen que pasar en sus traslados los llaman los “lunares negritos” e imaginan a su población como amenazante.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo