Esta comunicación presenta una etnografía sobre la reconstrucción personal de mujeres migradas a España que han vivido eventos traumáticos sin fronteras. A través de testimonios, fotografías, recuerdos, diarios y otros elementos constitutivos de memoria, las mujeres recogen la historia para no caer en la ausencia. Sus narraciones transitan desde la representación del horror, que es la violencia del patriarcado sobre ellas, hasta la libertad ganada con palabras e imágenes restauradoras de verdad y de justicia. Esta violencia provocada por hombres, con frecuencia padres o parejas, queda confundida en expresiones que ocultan la gravedad de los hechos al ser normalizados como proyección de la cultura patriarcal. Trazar memoria en estas situaciones olvidadas, evitadas y temidas, devuelve el dolor a su lugar, descongelando el sufrimiento de lo que es o fue un escenario de muerte y desplazamiento de sí a causa de los malos tratos, los abusos sobre el cuerpo y el daño emocional y moral que es ejercido por hombres del entorno familiar. La oralidad como estrategia narrativa en este proyecto se desarrolló en procesos individuales y grupales con mujeres durante los meses de diciembre hasta junio de 2018 en dos municipios de la Región de Murcia. Se muestra de qué manera mujeres supervivientes a esta violencia recuerdan lo sucedido, recuperan el sentido de su vida y reestablecen su memoria con nuevos referentes para trascender el ciclo de la violencia.

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