DE VIOLENCIAS E INTIMIDADES LOCALES: ASPECTOS DEL POS CONFLICTO VASCO.
El campo internacional de los posconflictos, desde el siglo XX, viene configurando en varias naciones estrategias diversas para reencaminar su funcionamiento interno e imagen externa, tras la finalización de enfrentamientos violentos de diverso tipo y alcance (que tuvieron densas consecuencias, social y emocionalmente, en las sociedades implicadas), a esa gramática internacional está ingresando el País Vasco, en España.
Una cuestión que hoy se coloca en el contexto vasco-español es el problema de cómo encajar y significar en su historia e intimidad cultural (Herzfeld 1997), los hechos violentos vividos en los últimos 50 años (procedentes de la organización independentista ETA, del Estado y organizaciones parapoliciales). Parte de la respuesta institucional a esa cuestión es la práctica de formar e instituir (Bourdieu 1995) víctimas y victimarios, y población en general, con sentimientos de empatía y reevaluación de daños causados, para encaminar acciones de convivencia, reconciliación y perdón, que se fomentan en ámbitos diversos. Al mismo tiempo que se intentan colocar sobre la mesa de dolores otras violencias, como las del estado.
En base a ello, presentaré una reflexión general sobre los sentidos sociales de la elaboración local de lo que institucionalmente es promovido, cuáles son las condiciones de producción e institución de los diversos espacios de intento de elaboración del llamado proceso de paz, enfatizando el desencuentro de narraciones que fotografían el mundo de ambivalencias y sentimientos existentes. Es decir, debe apreciarse la complejidad de prácticas y representaciones, campo de emociones y pensamientos (odio, miedo, rechazo, justificaciones…) presentes antes, durante y después de los eventos de violencia. ¿Los sentimientos esperados son evidentes, son los mismos para todos? ¿Cómo se reeduca y sensibiliza una sociedad?
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