LA “BUENA MUJER” COMO MECANISMO DE CONTROL SOCIAL EN EL ÁMBITO RURAL. LA REPRESENTACIÓN DE LA NUERA COMO BUENA MUJER. UN EJEMPLO ETNOGRÁFICO EN OSSA D
El ámbito rural facilita una dinámica social caracterizada por la importancia de lo cotidiano, la cercanía, la reciprocidad y el conocimiento mutuo y por ende, el mayor control de todo lo que cualquier vecino o vecina realiza dentro y fuera de su casa y la valoración que de ello hacen el resto de miembros de la comunidad. Además la parentela es amplia y tiene un peso importante en cuanto a prescripciones normativas no escritas que imponen una serie de compromisos y que supone unas expectativas de comportamiento que si no se cumplen son sancionadas. En este contexto, las mujeres son especialmente controladas y sancionadas en una categoría de análisis que es la “buena mujer”. De este modo, las mujeres en el proceso de socialización interiorizan los estereotipos y mandatos de género establecidos e intentarán cumplir con las expectativas evitando que se generen habladurías que a la vez de desconsiderarlas, las convierten en “malas mujeres”. Las nueras, como parientes políticas y su representación como “buenas mujeres” tienen un especial interés. Teniendo esta realidad como punto de partida ¿Qué elementos de análisis nos ofrece la distinción entre “lo urbano” y “lo rural” en el estudio de las mujeres y en concreto de esas “buenas mujeres” rurales sometidas a un férreo control? ¿Es este control un mecanismo que las agrupa y las distingue? ¿Es un “muro” que a la vez las limita y las discrimina? ¿Podríamos entenderlo como un elemento identitario de las mujeres rurales? Reflexionemos desde la Antropología.
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