El Camino de Santiago ofrece a los peregrinos una experiencia que, a menudo, describen como única. Tal experiencia genera cambios en la autobiografía personal de los peregrinos. Pero dichos cambios no solo se van a producir en la identidad personal, sino que también van a afectar a la identidad grupal. Partiendo de que el peregrinaje a Santiago contiene diversos patrones cognitivos y conductuales comunes en los rituales, estos patrones van a llevar a que los límites entre la identidad personal y la grupal se vuelvan porosos. La consecuencia de este proceso va a ser la fusión de la identidad por la cual el vínculo con los peregrinos se va a volver más fuerte, hasta el punto de estar dispuesto a sacrificarse por el grupo. A fin de comprobar esta hipótesis y dilucidar qué factores concretos son los que desencadenan la fusión de la identidad, se realizó un estudio en el que se aplicó un cuestionario a 478 peregrinos que acababan de realizar el camino. En el estudio se evaluaron diversas cogniciones y conductas que se correspondían con patrones rituales como las acciones causales opacas, la excitación eufórica y disfórica, y el movimiento sincrónico. Los resultados mostraron que tener una motivación cultural al realizar el camino, realizar rituales (e.g., dejar piedras para indicar el camino), percibir sufrimiento durante el camino y caminar junto a más gente eran los factores desencadenantes de la fusión de la identidad en los peregrinos del Camino de Santiago.

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