El placer de afectar y ser afectada(s): etnografiando el placer en contextos feministas
El objetivo de esta comunicación es plantear el placer como una emoción encarnada que implica una relación e interacción constantes con los procesos culturales, sociales e históricos que conforman las experiencias de los sujetos.
A través de algunas reflexiones surgidas en el trabajo de campo, donde analizo diferentes prácticas feministas en torno al placer, trataré de explicar el placer en términos de su potencial político. Si el afecto, para Massumi, es un "movimiento del cuerpo", y se puede observar atendiendo a toda su potencialidad de "llegar a hacer" (Massumi y Zournazi, 2015), el placer en esta investigación también se hace, a través de interacciones, manifestaciones o intercambios entre/desde los cuerpos. Todo ello presentado desde los interrogantes que plantea el proponer una etnografía afectiva, sensorial y vulnerable.
Entendiendo el afecto como la capacidad de nuestros cuerpos de afectar y ser afectados, de experimentar absolutamente todo lo experimentable, el contacto básico, irresistible e insustituible con el mundo; el placer se va a tratar como un (posible) instrumento de mediación entre las personas y las cosas, las personas con otras personas, y las personas con ellas mismas y el mundo simbólico en el que se desenvuelven, entre otras cosas. Es de esta manera que el placer se presenta como una forma específica de reconstrucción de los afectos, o de un tipo determinado de ellos.
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