Plantearse hoy cómo se construye nuestra identidad, ¿cómo somos?, ¿Cómo es nuestra manera de estar juntos? Pasa necesariamente por la pregunta previa de ¿cómo nos comunicamos?   Entendemos que en la redefinición de la cultura es clave la comprensión de su naturaleza comunicativa. Un proceso en el que tienen un papel central los receptores, considerados mucho más que simples decodificadores de lo expuesto en el mensaje por el emisor. Hablamos de receptores que son, simultáneamente, productores de la acción social en la que participan. Todo ello conlleva la consideración de la comunicación como una transformación. De ahí el interés en poder registrar esas respuestas de los receptores y conocer cómo se configuran como audiencia. Y de ahí también la dificultad, donde entendemos está el verdadero reto, en poder acceder a esas significaciones de las acciones sociales, en sus diferentes usos; especialmente en el análisis de medios de comunicación y redes sociales, donde la no interacción directa con los receptores en sus contextos de recepción, nos priva como investigadores, del registro de parte de esa construcción de la realidad. ¿cómo conocer el alcance de esos mensajes? es en esos procesos de recepción donde la comunidad interpretativa, es decir la audiencia, adquiere su dimensión como tal, y donde por otro lado podemos registrar el juego de mediaciones que compone la recepción. La propuesta aquí es conocer o buscar estrategias metodológicas que nos ayuden a conocer esos significados, a los que no tenemos acceso.

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