La alimentación kosher, como uno de los principales pilares de la religión judía, permite a sus observantes consolidar su fe en Dios a través de la comida. Pero no solamente se establece una relación directa con Él, sino que también se estructuran diferentes formas de sociabilidad que determinan la manera de relacionarse – en la vida cotidiana – entre los diferentes miembros de la comunidad judía y con personas que no pertenecen a ella.Una endo y una exosociabilidad que se articulan a partir de las estrictas normas de la alimentación kosher en una ciudad  que carece de bares, restaurantes o tiendas de alimentación kosher y que parece conducir a los miembros de la comunidad judía a practicar su observancia en el ámbito privado.En un contexto de diáspora, los judíos observantes se ¨adaptan¨ a los constantes cambios socio-alimentarios que se producen en la ciudad modificando sus dietas para cumplir con la observancia. Y son estos cambios los que estructuran de alguna u otra forma sus hábitos alimentarios estableciéndose así nuevas maneras de concebir la comensalidad y la identidad judía.