La tensión entre lo doméstico y lo institucional ha marcado el estudio de los cuidados y de las políticas públicas en el campo del envejecimiento basadas en el “aging-in-place”.
El auge del movimiento de viviendas colaborativas de personas mayores en España está poniendo en cuestión está tensión y situando la casa como un “artefacto técnico” (Gieryn 2002) problemático en la configuración de los cuidados y de la vejez.
En los últimos 5 años, varios grupos de personas mayores están construyendo nuevos proyectos de vivienda colaborativa para hacer posibles nuevas experiencias de envejecimiento y formas de cuidado que permitan superar el marco del “aging-in-place”.
La casa, en estos proyecto, se convierte en un lugar para pensar y construir colectivamente la vejez y los cuidados más allá de los imaginarios de lo doméstico y de lo institucional.
Basándonos en un estudio etnográfico del movimimiento de vivienda colaborativa de personas mayores que se inició en el 2013 (López y Estrada 2016) y en trabajos recientes sobre cuidados comunitarios (Rodríguez y Comas, 2017; Vega, Martínez-Buján, Paredes 2018), y arquitectura y cuidados (Buse, Martin & Nettleton 2018), exploramos los procesos de diseño de estos proyectos y cómo sus residentes configuran y se ven afectados por estos diseños (Gieryn 2002).
Centrándonos en estos dos aspectos, el artículo analiza, en primer lugar, cómo el proceso de envejecimiento se configura socio-materialmente en el proceso de diseño; y cómo esto da forma al edificio, a la comunidad y al cuidado de maneras diferentes, conflictivas y no coherentes.