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RELIGIÓN Y SECULARIZACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA MODERNA: DE LA MUERTE DE DIOS A UN EXTRAÑO EN NUESTRA CASA. REENCANTAMIENTO Y GNOSTICISMO EN EL PENSAMIENTO ANTROPOLÓGICO DE LLUÍS DUCH.

Dos de las principales características en la formación del mundo moderno son el “triunfo” de la Ilustración, versus el pensamiento teológico medieval, y el ascenso y consolidación del Estado liberal, contra el dominio público de las Iglesias cristianas. Ambos movimientos paralelos y complementarios tuvieron su primer momento de gloria hacia finales del siglo XIX cuando definitivamente se proclamó que “Dios había muerto” (Nietzsche) y que la “historia” tenía por sí misma un “fin” (positivista o marxista), a principios del siglo XX se habló de un “desencantamiento del mundo” (Weber) como rasgo de nuestra era y un proceso de “secularización” (Schmitt, Blumenberg) que dejaba atrás las antiguas formas de pensamiento religioso. Los ascensos de los totalitarismos del siglo XX, las dos guerras mundiales y el posterior desencanto social han echado por la borda estas interpretaciones. De acuerdo con Lluís Duch, la proclamada muerte de Dios no ha ocurrido realmente y lo que acontece cada vez con más fuerza es un “reencantamiento” y “estetización” del mundo acompañado del surgimiento y proliferación de movimientos “gnósticos” con rasgos religiosos, donde un “Dios extraño” nos acompaña “en nuestra casa”. Esta situación revela que las bases epistemológicas y ontológicas sobre las que se sostiene la “modernidad” y, junto con ella, la “imagen misma del ser humano” (Rombach) han sido fatalmente trastocadas y se requiere nuevamente replantear la pregunta antropológica básica: ¿qué es el ser humano y cuáles son sus rasgos estructurales, en la (pos)modernidad contemporánea, realmente ha dejado de ser un posible homo religiosus?

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