Márquez Pulido, Ulises Bernardino(2019). ANTROPOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA: ESTRUCTURAS DE ACOGIDA E HISTORIAS CULTURALES. ACERCAMIENTOS A LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA DE LLUÍS DUCH. ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana,
Chicago
Márquez Pulido, Ulises Bernardino.ANTROPOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA: ESTRUCTURAS DE ACOGIDA E HISTORIAS CULTURALES. ACERCAMIENTOS A LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA DE LLUÍS DUCH.ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana.(Dec, 2019).
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Márquez Pulido, Ulises Bernardino(2019). ANTROPOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA: ESTRUCTURAS DE ACOGIDA E HISTORIAS CULTURALES. ACERCAMIENTOS A LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA DE LLUÍS DUCH. ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana,
Indiscutiblemente, al nacer, el ser humano de todas las épocas e historias es un ser “deficiente”, infante (que no habla), que, para poder sobrevivir y llegar a ser humano, necesita ser “acogido” y “reconocido” en el seno de un “grupo” que le transmita los conocimientos básicos y “lenguajes” para que puede ir, paulatinamente, desplegando todas las capacidades inherentes a la especie homo sapiens sapiens y pueda, por sí mismo, ir tomando posesión del mundo, que siempre será un mundo cultural e históricamente ubicado. De acuerdo con la antropología filosófica de Lluís Duch, en estas circunstancias de “contingencia”, las <<estructuras de acogida>> (familia, ciudad, religión) son las “espaciotemporalidades” básicas para que los seres humanos puedan aprender los principios y conocimientos básicos de su cultura y a su vez puedan instituir “praxis de dominación de la contingencia” para reproducir o transformar su mundo, es en las <<estructuras de acogida>> donde la <<vida cotidiana>> de individuos y grupos toma forma y es a partir de su apropiación, mantenimiento y modificaciones que las historias culturales van desplegándose y cambiando. Desde esta perspectiva, la <<vida cotidiana>> no es el lugar de la “realización del espíritu absoluto” (Hegel), tampoco es exclusivamente el lugar de la reproducción de la alienación o la “revolución” (Marx), ni es el lugar donde el ser humano es “arrojado al mundo” (Heidegger) sino que es el sustrato estructural y perenne que va dando forma cambiante a la “humanidad de lo humano” (Duch) en todas sus positividades y negatividades.