Presentamos los resultados preliminares de una investigación en curso sobre inseguridad alimentaria y precarización de la vida cotidiana, en la que analizamos la atención sanitaria en materia de alimentación y exceso de peso. Se han realizado entrevistas a personal sanitario de centros de salud y a ciudadanía precarizada de Cataluña. Los datos obtenidos hasta la fecha señalan la relación entre precarización y obesidad. De hecho, la Encuesta de Salud de Cataluña de 2017 muestra que hay más prevalencia de obesidad entre la población más desfavorecida (un 15,5%, respecto al 5,5% en la población más acomodada). Al focalizar el análisis en la experiencia y perspectiva de los profesionales de la salud de atención primaria, se ha detectado que su intervención se centra en brindar consejos sobre dieta saludable y actividad física en la vida cotidiana. Aunque una parte significativa del personal de enfermería y medicina de los centros de salud entrevistado es consciente de la situación social y económica de sus pacientes, ponen énfasis en las limitaciones que, como profesionales, tienen al abordar las desigualdades sociales que afectan a la salud. Por su lado, la ciudadanía precarizada también expresa la dificultad de seguir las prescripciones médicas en torno a las prácticas alimentarias y la actividad física debido a su situación social y económica (bajos ingresos, trabajo precario, responsabilidades familiares). Todos estos aspectos caracterizan la intervención sanitaria destinada a reducir el exceso de peso, en un contexto en el que la inseguridad alimentaria afecta sobre todo a las personas de clase baja

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