Para ampliar y profundizar en los debates políticos de las ciencias sociales en los que confluyen: las políticas de reconocimiento, una interculturalidad crítica y una ciudadanía emancipadora, implica repensar y encarnar nuevas formas de emancipación social más allá de la ficción del Estado-nación; entendidas como procesos de construcción de otras epistemologías, otros saberes, otras prácticas políticas, otros tejidos de relaciones que se construyen y arraigan en vínculos de solidaridad y sostenimiento que produce la comunidad. Reconstruir cierto tejido social, y con ello, reconstruir alternativas de resistencia, visibilidad, justicia y reparación social.     Expondré una iniciativa convocada en dos años consecutivos: 2017 y 2018, organizada por las comunidades racializadas en Madrid y Barcelona. El significado de la manifestación del 12N Sin Racismo, en la que han participado varios colectivos de personas racializadas y migrantes para su organización, previa en talleres y otras actividades, han generado un movimiento y se configuran como sujeto político con urgencia y demanda de la palabra y la denuncia racista. La otroedad por un lado, aquellas “identidades políticas y de una política de identidad” (Segato, 2006:4) instituida a partir de un “sufrimiento común” producida por la violencia del racismo institucional y social, entre otros, y de la urgencia de imaginar estrategias para su eliminación (Segato , ibid.:4), como es el caso de sus luchas y resistencias, la politización a través del “asalto al espacio público” con el objetivo último de seguir construyendo conciencia y denuncia al margen del proyecto “civilizador” y de la construcción del no Ser.  

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo