Esta contribución formaliza los primeros resultados provisionales de una investigación en curso a propósito del uso de determinadas formas de protección proporcionadas por el tipo de sufismo popular presente en Senegal –los gris-gris–, por parte de conductores de taxis colectivos no autorizados apodados klandoque operan en la ciudad de Ziguinchor, principal núcleo urbano de la región senegalesa de la Baja Casamance. Así, tomando como eje dichas estrategias vinculadas al morabutismo, se da cuenta de algunos de los aspectos clave de una de las infraestructuras de desplazamiento principales de la ciudad. Resaltar la importancia fundamental de este tipo tácticas en el desarrollo ordinario de la actividad de los klandomans zinguinchoreses implica señalarlas como un dispositivo más que hace posible el funcionamiento de este sistema de movilidad, especialmente en las condiciones de informalidad, precariedad y acoso administrativo y policial en las que trabajarían estos taxistas ilegales. Al mismo tiempo, y en una línea parecida, prestar atención a este tipo de recursos "mágicos" abre también la puerta a considerarlos como formas de resistencia cotidiana, tan efectiva como otras formas de lucha, a un contexto de privatización e informalización de la intervención estatal cada vez más marcada. En ambos casos, se trata de poner sobre la mesa la importancia de aquello que podríamos describir como ideacional –la eficacia simbólica atribuida a  ciertos objetos materiales- en el desarrollo cotidiano de una actividad aparentemente tan mundana como es la de un servicio público de viajeros, los klandos.

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