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Re-ensamblando la propiedad: comunes urbanos y las ecologías del cuidado de la ciudad

De la propiedad como la cosa poseída o un conjunto de derechos, la antropología de la propiedad se ha abierto a una aproximación relacional en tiempos recientes, la propiedad entendida como un tipo de relación: entre personas, entre persona y cosas, o entre personas mediadas por cosas. Siguiendo esa perspectiva, el marco analítico atiende a cuatro dimensiones para comprender las relaciones de propiedad: leyes, costumbres y morales, prácticas sociales, e ideologías. En esta presentación quiero añadir un aspecto ausente en la conceptualización clásica de la antropología de la propiedad: las infraestructuras. Lo hago a partir de una descripción etnográfica de huertos urbanos comunitarios surgidos en Madrid. Su conceptualización como comunes urbanos problematiza las categorías clásicas de propiedad (pública, privada y colectiva). Tomando inspiración de la sensibilidad material que caracteriza a recientes aproximaciones de la Teoría del Actor-Red a la ciudad, mi descripción señala dos aspectos relevantes de esas formas de (lo que podríamos llamar) propiedad experimental: el despliegue de infraestructuras materiales y la obligación moral expresada en prácticas de cuidado urbano. Descritos en estos términos, los comunes urbanos nos ofrecen la posibilidad de entender y describir la propiedad en nuevos términos. Ya no como un objeto, un derecho y ni siquiera como una relación, la propiedad se muestra como una sofisticada y precaria ecología urbana que se expresa en el cuidado por la ciudad. Como resultado de ello, esa propiedad redefine la misma naturaleza ontológica de la ciudad y aquellos que la habitan.

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