Más que un mapa: reaprendiendo el arte de la cartografía de lo común con los no humanos
Este artículo presenta dos cartografías en curso. En la primera trabajamos con una entidad más que humana: el agua en la cabecera de la huerta tradicional de Alicante. Como paisajistas, partimos de la recuperación de los caminos patrimoniales del agua. Informados por los 'STS', nuestro enfoque incluye las infraestructuras modernas. Paseamos a lo largo mil años de relaciones técnicas entre las personas y el agua: desde los azudes medievales hasta las nuevas depuradoras y desaladoras pasando por los trasvases entre cuencas, reflexionando sobre las diferencias y continuidades de las distintas técnicas que hemos aprendido: regular y repartir el flujo del agua frente a embalsarlo y canalizarlo o atender a sus ritmos y patrones frente a gestionarla como un recurso. Pero no usamos el encargo para representar y comparar sino para abrir nuevos caminos e 'intravenir' en la onto-política territorial. Orientada hacia el futuro, la cartografía se convierte en una 'situación metodológica' distintiva también en otro proyecto más orientado a lo humano, en el que mapeamos junto con artistas y creativos la vida cultural de un barrio. Gracias a lo aprendido con las líneas de vida más que humana, ya no entendemos el mapa como una base dada donde geolocalizar puntos colectivamente, lo dibujamos para trazar y contarnos nuestras actividades cotidianas y encontrarnos en los lugares y con las personas que son referencia común en el barrio. Emergen así los posibles puntos de anclaje para imaginar caminos futuros. La cartografía no es una práctica descriptiva sino creadora de lo común.
(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo