Etnografiar Fotografías. Descripciones densas de imágenes familiares.
Para un etnógrafo que está haciendo trabajo de campo en una comunidad, existe una tensión constante entre adentro y afuera, entre la inmersión que implica vivir en las comunidades estudiadas y el distanciamiento que supone la conceptualización de las relaciones sociales en las que ha estado inserto. Para el análisis antropológico de fotografías familiares, hay que añadir a esa tensión del campo donde encontramos estos materiales, otra tensión que tiene que ver con la particularidad del objeto mismo de estudio, y que se define en términos de vacío y lleno. La imagen fotográfica, señalaba Roland Barthes, está llena del referente, está abarrotada: no hay sitio, nada le puede ser añadido. Sin embargo, pese a esa evidencia, sin la narrativa o la práctica que le da sentido la imagen se puede mostrar totalmente vacía. No hay nada en ella que nos hable del sentido de ese objeto. ¿Cómo puede entonces un antropólogo dar densidad a una superficie que se muestra llena y a la vez vacía?
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