“Siempre serás un profesional”: Entre la práctica etnográfica y la intervención social en una comunidad terapéutica de atención a las “drogodependencias”.
La presencia del etnógrafo ha sido habitualmente percibida como la de una figura ambigua, complicada a la hora de ser categorizada dentro de los marcos de referencia que constituyen sus espacios y relaciones objeto de estudio, todavía más en campos donde la interacción entre quienes componen el modelo etnográfico aparece estrictamente reglamentada, como es el caso de las instituciones totales. A partir de una investigación llevada a cabo en una comunidad terapéutica de atención a las “drogodependencias”, reflexionamos en qué medida las lógicas y discursos de la institución se incorporan también en la acción del etnógrafo, quien es codificado, generalmente, como más cercano a la práctica profesional que a los "pacientes" informantes. Así, más allá que acá de la vida social de los usuarios, vemos cómo tiende a exigírsele las responsabilidades propias del personal en orden a cumplir los objetivos del dispositivo resocializador. Por tanto, ¿puede aplicarse una disciplina crítica como la antropología a un ámbito fuertemente determinado por procesos estigmatizadores, y hacerlo sin contribuir a estos? De esta suerte, la presente comunicación sugiere reflexiones y abre el debate sobre el margen de actuación del que, a modo de “agente doble”, dispone el investigador social en contextos altamente marcados por sus tendencias absorbentes.
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