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Roy Wagner y el arte de ver. Holografías, sueños lúcidos y algunos trabajos inéditos

El eco inconfundible de la máquina de escribir de Roy Wagner sonó sin parar durante décadas en la segunda planta de Brooks Hall de la Universidad de Virginia. Era una mente efervescente, no paraba de crear y por tanto tampoco de escribir. Tal vez era por su posibilidad de leer el mundo en distintas formas, viendo cosas y personas de una manera poco acostumbrada. Observaba el aura de las personas, por poner un ejemplo, pero además tenía una capacidad de desmembrar las imágenes superpuestas de aquello que observamos, detectar la multitud de combinaciones de cada una de las distintas capas que componen una imagen, o un pensamiento, y averiguar hasta qué punto cada componente integraba el todo que nuestro ojo percibía. Esa era una de las bases del concepto de la holografía, muy vinculado a la idea de que el propio acto de observar es aquello que se observa. Su interés por los sueños lúcidos también tenía que ver con esta capacidad, la de integrar en un pensamiento consciente todas las avenidas visuales de las que se componen los momentos de la experiencia onírica. ¿Fue capaz de ver sasquatchs? Lo desconozco, pero yo comencé a creerle cuando una noche de acampada en las montañas Adirondacks… ¡fui capaz de ver uno! Esta comunicación se basará en algunos de estos pensamientos, y estará basada libremente en dos de los trabajos inéditos de Wagner: "Keeping the Secret of Culture from Itself" , así como "Intend Past Death and Takes its Breath Away".

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo