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El patrimonio y la conservación en Cuernavaca. Los imaginarios del paisaje

Ante el deterioro ambiental, la conservación de la naturaleza cobra sentido en los ámbitos urbanos y rurales. El reconocimiento del patrimonio en los lugares alude al acervo tangible e intangible, monumentos arquitectónicos, atractivos paisajes o tradiciones culturales representativas que pueden ser promovidos con fines turísticos. Este trabajo tiene como objetivo analizar aspectos del patrimonio y la conservación en la ciudad de Cuernavaca, para identificar aspectos del imaginario que tienen sus habitantes sobre el paisaje. La metodología fue de carácter cualitativo, se realizó investigación bibliográfica y de campo. La ciudad de Cuernavaca, de un clima cálido y florido paisaje que le ha ganado el sobrenombre de “la eterna primavera”, de una herencia prehispánica, conserva recintos arqueológicos, a la par de monumentos arquitectónicos de herencia colonial. De aquellos pueblos originarios que defendieron su terruño ante la llegada de los españoles, una vez sometidos quedaron en condición de barrios o sectores de población nativa minoritarios y actualmente conforman colonias inmersas en la creciente urbe que aportan tradiciones y organización comunitaria local. En décadas recientes ha sido notorio el cambio de uso de suelo, esto lleva a la reflexión acerca de la existencia, defensa o propiedad del patrimonio. En lo referente a conservación ambiental ha sido importante la gestión de asociaciones civiles. En este escenario, para la población en su vida cotidiana, el imaginario muestra los dilemas ante la violencia, la contaminación, la sobrepoblación y la añoranza de un lugar tranquilo donde solían pasear o nadar en las aguas cristalinas de las barrancas.

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