Cuidados y acercamientos estratégicos al sistema sanitario por practicantes chemsex en la ciudad de Madrid
El estudio cualitativo que se presenta se aproxima a cómo los practicantes chemsex despliegan ciertas estrategias para acceder al sistema sanitario, además de poner en acción conocimientos prácticos sobre prevención de riesgos y daños en los espacios de encuentro sexual. El chemsex se ha definido como el uso intencionado de drogas para facilitar, mantener o intensificar la actividad sexual. Fue catalogado en España como problema de salud pública en 2018, desde entonces, se ha reforzado institucionalmente los servicios sociosanitarios que consideran los determinantes sociales en el acceso a la salud y el estigma hacia prácticas sexuales no normativas. En Madrid los servicios han mejorado, pero el estudio realizado muestra que estos sujetos han de acercarse estratégicamente a los servicios sanitarios, empleando ciertos apaños o tinkering (Mol, 2010) para garantizar determinado grado de bienestar, que no se ve cubierto por un sistema sanitario debilitado por las políticas neoliberales. El tinkering hace referencia a arreglos que realizan los sujetos para sostener situaciones de vulnerabilidad y fragilidad, resaltando por un lado las agencias, pero también explicitando un contexto donde el cuidado no se ve garantizado estructuralmente.
Parte de este tinkering tiene que ver con asumir roles de cuidado en los espacios donde se practica chemsex. Los informantes resaltan la figura del anfitrión –quien ofrece su casa particular para el encuentro sexual–, pero la sitúan como una figura en disputa, ya que se inscribe en lógicas de vigilancia y control, proponiendo así otros cuidados y formas de vincularse con el deseo, placer y riesgo.
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