Confieso, de entrada, una impresión nada alentadora, supongo que compartida con mucha gente. Se trata de que muchos términos que parecían hace algo más de una década jerga exclusiva de sociólogos y antropólogos (identidad, integración... y, por supuesto, montones de sustantivos, adjetivos y compuestos que tienen que ver con la hoy omnipresente cultura) son en nuestros días carne de discurso político y arma arrojadiza en los inacabables debates sobre migraciones, seguridad o terrorismo...
Leer texto completo