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La ecología emocional desde una perspectiva antiespecista

La ecología emocional desde una perspectiva antiespecista nos hace replantearnos la necesidad urgente de ser consciente de la responsabilidad afectiva que tenemos con el mundo que nos rodea, incluida las demás animales no humanas. Este modelo nos invita a sembrar desde nuestro territorio interior al exterior la semilla de la empatía y la compasión, hacia las demás, hacia nosotras mismas y hacia el mundo en general. Y es que ¿cómo son los vínculos que creamos con los demás seres vivos con los qué compartimos el planeta? ¿Tienen como base el cuidado, el amor y la empatía? ¿Qué huella emocional dejamos en nuestra interrelación con las demás especies? Es urgente abordar nuestra relación con los demás animales y también explorar las emociones con las que nos relacionamos con ellos/as así como conocer qué tipos de vínculos estamos creando con las mismas. La empatía, el respeto, el amor y la compasión serán nuestro principal equipaje. A estas alturas del camino es urgente replantearnos el cómo es nuestra relación con nosotras mismos, con los demás y con todos los seres vivos del planeta, teniendo como base la metáfora del taburete de las tres patas de la ecología emocional (el yo, las demás y el mundo) de la ecología emocional ¿vivimos desconectadas de nosotras mismas? ¿vivimos desconectadas de las demás y del planeta?.

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