Esperanza y ceguera. Actores, políticas públicas y negación de los efectos perversos.
Las politicas públicas resumen las esperanzas de un mundo mejor y responden a los fallos presentes. Actualmente, la polarización política genera simplificación y visiones opuestas sobre el mejor futuro; los discursos abordan mayormente lo erróneo o “maligno” del proyecto antagónico, apagando la conversación sobre lo común. Sin embargo, al interior de las fuerzas politicas hay poca o nula reflexión sobre los efectos no intencionales o perversos que sus propias políticas producen.
Esta comunicación abordará algunas politicas públicas de naturaleza intercultural que el estado mexicano ha implementado en los últimos 20 años, para atender las tensiones que la diversidad cultural nacional genera en casos de educación, salud y patrimonio inmaterial. Con base legislaciones, diseños de políticas, declaraciones y observación directa, se expondrán efectos perversos que producen y tambien, la existencia de una dimensión cultural de las políticas en las que impera un discurso de exagerado optimismo en los resultados y una gran ceguera sobre las consecuencias imprevistas o perversas. El manejo sano de las incertidumbres esta fuera del discurso hegemónico de muchos movimientos políticos del mundo, al anclarse ideológicamente en la ética de la convicción por sobre la ética de la responsabilidad.
Los antropólogos debemos comprender y advertir porque ante el futuro, actores sociales tienen ahora una confianza ciega en sus políticas, acercando culturalmente lo político a lo religioso, comportamiento propio de las utopías. Asimismo debemos considerar en nuestros análisis y propuestas, la existencia factible de efectos perversos que surgen cuando ya es demasiado tarde para detenerlos.
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