Recursos y buenas prácticas en la transmisión cultural y la comunicación inclusiva en el ámbito de la vulnerabilidad sociocultural
En contextos marcados por la sucesión y confluencia de crisis (económicas, sanitarias, ambientales, habitacionales, entre otras), que afectan de manera especialmente intensa a los colectivos más vulnerables de la población, la confiabilidad de la información generada desde las instancias con capacidad de difusión masiva constituye un desafío urgente e ineludible para los proyectos de intervención social. Este desafío debe abordarse en, al menos, tres dimensiones: en primer lugar, porque dicha información contribuye a la construcción del imaginario sociocultural sobre estos colectivos; en segundo lugar, porque, cuando esta información es distorsionada o carece de un adecuado proceso de contrastación, su impacto negativo sobre las relaciones sociales puede ser devastador; y, en tercer lugar, porque la fiabilidad de la información puede influir directamente en la efectividad de las medidas paliativas adoptadas en intervenciones orientadas a estos grupos, especialmente cuando estas actuaciones son fundamentadas desde la antropología.
A menudo, en el ámbito antropológico, las intervenciones sociales se enfrentan a las resistencias que suscitan imaginarios distorsionados sobre ciertos colectivos, lo que, lejos de mitigar, incrementa su condición de vulnerabilidad. Por tanto, una parte esencial de la intervención debe orientarse a transformar los cimientos sobre los cuales se reproducen estos imaginarios, promoviendo la circulación de información etnográficamente fiable y datos que favorezcan un enfoque más inclusivo, no solo desde la antropología social y cultural, sino también desde otros ámbitos que contribuyan a una visión socioculturalmente más integral y transformadora.
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