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Entre lo “abstractamente positivo” y lo “concretamente condescendiente”: representaciones de la “cultura gitana” en discursos de políticas públicas e intervención social

Para quien escribe, el factor principal de opresión del Pueblo Romaní es el antigitanismo/racismo antirromaní (Cortés y End, 2019; Oprea y Matache, 2019), arraigado en prácticas históricas, institucionales y estructurales que son alentadas o toleradas socialmente, el cual genera (se retroalimenta de) representaciones inferiorizantes sobre una supuesta “cultura gitana”. Mi punto de partida no es si existe “realmente” una diferencia cultural romaní que resulte “inquietante” (San Román, 1997) ante los ojos gadje. Al revés, resalto que muchos discursos sobre la “cultura gitana” han nacido como problematización interna al paradigma antirromaní, creando arquetipos/imágenes/representaciones de la alteridad que dicen mucho más sobre cómo se refleja a sí misma la sociedad gadje en el/la “Otro/a gitano/a” antes que sobre una pretendida realidad empírica romaní – esa “mirada turbia” analizada por José Heredia Maya (2000). Esta comunicación integra un proyecto de investigación I+D+i y se basa en entrevistas con responsables de políticas y profesionales de la intervención social en contextos andaluces. Mostraré cómo la implementación de ciertos programas de inclusión social, aun reivindicando la lucha contra el antigitanismo, sigue alimentando tópicos culturalistas que dificultan lograr ese objetivo. Así, ante una imagen abstractamente positiva de los “valores gitanos” emergente en algunas entrevistas, en los detalles de los discursos se resalta la persistencia de representaciones a veces paternalistas o condescendientes en aspectos tan variados como las prácticas participativas romaníes, el parentesco, la sexualidad, los matrimonios o la educación familiar. Este análisis muestra cómo las políticas públicas, aun pretendiendo superar el paradigma antirromaní, a menudo lo refuerzan.

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