La ausencia –y determinadas presencias- de la corriente andaluza en los estudios de antropología feminista ha sido analizada en recientes trabajos para referir un sesgo androcéntrico que hoy plantea un doble cuestionamiento: la infrarrepresentación de antropólogas andaluzas en el espacio estatal y, más concretamente, de aquellas vinculadas a los estudios de género y sexualidad (Gregorio, 2023). Esta comunicación plantea la necesidad de incluir una tercera vía de discusión en el análisis, en relación con la importancia de atender, desde la antropología, a nuevos debates que están teniendo lugar en el contexto del feminismo y el marco andaluz, también como espacio de reflexión acerca de los sujetos, metodologías y formatos de investigación legitimados por la Academia. De los ejes de intersección “género” y “territorio”, nace lo que ya es definido como una línea de pensamiento feminista (Chacón-Chamorro y Terrón-Caro, 2021). No obstante, el feminismo andaluz viene a reivindicar localizaciones, saberes y prácticas desarrolladas y encarnadas históricamente por mujeres andaluzas en los márgenes académicos e institucionales. Hoy, estas voces encuentran un canal de expresión en formatos hasta ahora alejados los clásicos espacios de difusión de capital intelectual: memes, reels o cuentas de TikTok e Instagram, actúan como habitación propia que invita a asomarnos y repensar lugares para interpretar y crear enfoques de investigación más plurales, creativos, si se quiere, disidentes.

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