En muchos de los casos analizados sobre menores y jóvenes del entorno de las agrupaciones juveniles de calle en Madrid, hemos constatado que muchos sus integrantes han estado inmersos en círculos de violencia intrafamiliar que se vienen reproduciendo desde generaciones anteriores: sus padres sufrieron violencia por parte de sus progenitores y estos a su vez la recibieron de los suyos y posiblemente también las generaciones anteriores. En estos círculos de violencia, la violencia es asumida, asimilada y normalizada por quienes la reciben, que se convertirán en víctimas y victimarios. En muchos de los casos estudiados hemos observado que los/as menores y jóvenes que han sufrido este tipo de violencia, luego interactúan desde la violencia fuera del entorno familiar, en espacios como las agrupaciones juveniles de calle (o bandas latinas) que han surgido en las calles de Madrid. El objetivo de este trabajo es visibilizar cómo estos círculos de violencia intrafamiliar influyen en la necesidad de menores y jóvenes de acceder a este tipo de agrupaciones violentas, así como poner de manifiesto la necesidad de romper con estos círculos de violencia, en la que deben implicarse activamente los progenitores. Del mismo modo, proponer acciones pertinentes que posibiliten romper con estos círculos de violencia familiar y desmontar la normalización de la violencia.