Como señala Francisco Jiménez “las crisis siempre son históricas, cíclicas y multidimensionales” tal como lo presenciamos actualmente con el cambio climático, una emergencia ambiental, política, económica, pero, sobre todo, ontológica.Su multidimensionalidad requiere de una perspectiva que supere la vieja dicotomía naturaleza/cultura, por supuesto, desde el pensamiento complejo, el ambiental, la ecosofía, o la ecología profunda, se ha penetrado en estos campos de discusión; maravillo para plantear nuevas perspectivas de pensamiento, desde lo académico y desde lo político.Sin embargo, su aplicación e incidencia al terreno cotidiano se encuentra absolutamente aislada, la dicotomía (por lo menos para la cultura occidentalizada y urbanizada) se mantiene vigente, los comentarios y las conversaciones que incluyen frases como “necesito conectarme con la naturaleza” o “la maleza en los parques trae ladrones” reflejan esta separación. Esta ponencia apunta a ampliar la discusión sobre el terreno de la antropología ecológica aplicada, que analiza de qué manera estamos teniendo las relaciones interespecie, atendiendo a su multidimensionalidad, desde lo simbólico, espiritual, biológico, político y económico, ir a las entrañas del pensamiento común para escudriñar la instrumentalización de la naturaleza, no solo desde las esferas de un pensamiento desde y para la academia.Este abordaje significa la puerta de entrada al entendimiento de los comportamientos poco sensibles ante el otro humano y no humano. La posibilidad de la existencia de las ciudades del futuro, aquellas utópicas, integradas ecológicamente, implica una estructura de pensamiento acorde a dicho panorama, pero antes, es vital indagar y entender el pensamiento dicotómico de base.

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